Presupuesto en salud 2026: entre los retos y las oportunidades para fortalecer el sistema público
El presupuesto asignado a la salud es una de las herramientas más importantes del gobierno para priorizar el bienestar de la población. Cuando este presupuesto es insuficiente, las familias se ven obligadas a pagar más de su propio bolsillo por consultas y medicinas. En México, este “gasto de bolsillo” aumentó un 41.4% entre 2018 y 2024, ya considerando la inflación.
Desde el Consejo Guerrero , hemos analizado el Paquete Económico 2026 para entender la dirección del sistema de salud, especialmente tras los profundos cambios de los últimos años.
El análisis del Paquete Económico 2026 revela que, pese a los esfuerzos por reorganizar el sistema de salud, México sigue enfrentando un panorama de financiamiento limitado y desigualdades persistentes en el acceso a los servicios médicos.
La Gran Transformación: De Seguro Popular a IMSS-Bienestar
Durante el sexenio 2018–2024 se transformaron las instituciones encargadas de brindar atención a la población sin seguridad social: del Seguro Popular se pasó al INSABI y posteriormente al IMSS-Bienestar, con el objetivo de lograr cobertura universal y gratuita. Sin embargo, los resultados han sido mixtos: menos consultas médicas, mayor gasto de bolsillo y más personas que hoy se perciben sin protección efectiva en salud.
El presupuesto propuesto para 2026 plantea una recuperación moderada, con un aumento real de 5.9% respecto a 2025, pero aún 4.7% por debajo de lo ejercido en 2024. En total, se destinarían 996.5 mil millones de pesos al sector salud, equivalente al 2.6% del PIB nacional —una cifra todavía lejana al 6% recomendado por organismos internacionales para garantizar cobertura universal.
La distribución del gasto muestra que la mayor parte de los recursos continúa concentrándose en el IMSS y el ISSSTE, mientras que el IMSS-Bienestar, responsable de atender a más de 50 millones de personas sin seguridad social, recibiría un incremento marginal y una fuerte reducción en su presupuesto para medicamentos y materiales médicos (-74% respecto a 2025).
El estudio también dedica un apartado especial al caso de Guerrero, uno de los estados más rezagados y con mayor adhesión al IMSS-Bienestar. En los últimos años se han invertido más de 2,400 millones de pesos en infraestructura y equipamiento, y se incorporaron 449 especialistas, pero los retos persisten: garantizar el abasto de medicinas, mantener el personal suficiente y asegurar la transparencia en la ejecución presupuestal.
Las recomendaciones finales apuntan a aumentar progresivamente el gasto público en salud, establecer mecanismos de financiamiento equitativo por persona, fortalecer el IMSS-Bienestar con recursos suficientes y mejorar la rendición de cuentas.
El documento concluye que invertir en salud es invertir en bienestar y desarrollo. Los cambios estructurales al sistema de salud están hechos; para garantizar su funcionamiento es indispensable asegurar financiamiento equitativo, idealmente con un mecanismo per cápita como el que tenía el Seguro Popular. Solo con financiamiento sostenible y políticas centradas en las personas podrá garantizarse que ningún mexicano quede sin atención médica ni medicamentos cuando los necesite.
Esta publicación es la quinta de nuestra serie de análisis.
Si te perdiste las entregas anteriores, puedes consultarlas aquí:
Análisis del Paquete Económico 2026: Una mirada general (Parte 1)
Análisis del Paquete Económico 2026: El rol estrategico de las tecnologías de la información (Parte 2)
Análisis del Paquete Económico 2026: La Estrategia Nacional para el Comercio Exterior y el Desarrollo Empresarial en México (Parte 3)
Analisis del Paquete Económico 2026: Cambio climático y soluciones sostenibles (Parte 4)
